Crear un jardín botánico en Los Mochis, Sinaloa, fue parte de un proyecto de la gran visión de Benjamín F. Johnston Presidente y fundador del Ingenio Azucarero.
Johnston construyó canales de irrigación desde el Río Fuerte hasta esta ciudad, y también una estación de bombeo llamada “Las Bombas”. En ese tiempo segundo lugar en tamaño, a las que existía en la ciudad de Chicago. Sus dominios eran principescos en extensión, sus propiedades se extendían en un área de cien millas a la redonda. Construyó un pueblo y un ferrocarril para el servicio del mismo, su visión se extendió mas allá de su vida, estaba construyendo para su hijo, su nieto y generaciones venideras.
En 1929 Mr. Johnston, contrató a la señorita “Florence Yoch”, Arquitecta paisajista, un eminencia estadounidense para diseñar y hacer el jardín. Inspirada en sus numerosos viajes alrededor del mundo principalmente en el jardín de Alá, en Briska, Argelia, apoyada por el Señor y la Señora Johnston se pusieron como meta traer y exhibir plantas de todas las partes del mundo donde se cultivara la caña de azúcar, de lugares tan apartados como: India, África. España, Arabia, Sumatra, Java, Siam, Filipinas, Australia y China.
Después de hacer los planos durante el año de 1929, en Mayo de 1930, comenzaron el trabajo de las principales avenidas y andadores a escala heroica. Más allá de la entrada principal y atrás de la casa grande, Yoch, dividió el espacio restante en cuatro partes con un eje en forma de cruz igual al jardín de un monasterio medieval que se encuentra en Italia.
Posiblemente nuestro parque sea el único con ese trazo en toda América Latina. Esto es solo una parte de la historia del Parque Sinaloa, debemos sentirnos orgullosos de este gran patrimonio que tenemos los Mochitenses.
Fuente del articulo original.
Johnston construyó canales de irrigación desde el Río Fuerte hasta esta ciudad, y también una estación de bombeo llamada “Las Bombas”. En ese tiempo segundo lugar en tamaño, a las que existía en la ciudad de Chicago. Sus dominios eran principescos en extensión, sus propiedades se extendían en un área de cien millas a la redonda. Construyó un pueblo y un ferrocarril para el servicio del mismo, su visión se extendió mas allá de su vida, estaba construyendo para su hijo, su nieto y generaciones venideras.
En 1929 Mr. Johnston, contrató a la señorita “Florence Yoch”, Arquitecta paisajista, un eminencia estadounidense para diseñar y hacer el jardín. Inspirada en sus numerosos viajes alrededor del mundo principalmente en el jardín de Alá, en Briska, Argelia, apoyada por el Señor y la Señora Johnston se pusieron como meta traer y exhibir plantas de todas las partes del mundo donde se cultivara la caña de azúcar, de lugares tan apartados como: India, África. España, Arabia, Sumatra, Java, Siam, Filipinas, Australia y China.
Después de hacer los planos durante el año de 1929, en Mayo de 1930, comenzaron el trabajo de las principales avenidas y andadores a escala heroica. Más allá de la entrada principal y atrás de la casa grande, Yoch, dividió el espacio restante en cuatro partes con un eje en forma de cruz igual al jardín de un monasterio medieval que se encuentra en Italia.
Posiblemente nuestro parque sea el único con ese trazo en toda América Latina. Esto es solo una parte de la historia del Parque Sinaloa, debemos sentirnos orgullosos de este gran patrimonio que tenemos los Mochitenses.
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